Capítulo primero (continuación)
El cuarteto de héroes ha dejado atrás la playa y la franja clara del palmeral. Ahora se internan lentamente en la selva selvática. Ulises ha empezado a cantar el Aria de los Exploradores cuando, de pronto:
-Cu-cu!! Cu-cu!! Cu-cu!!
Un gran Cuco de Siete Plumas ha salido del interior de un viejo gran árbol.
-Cu-cu!! Cu-cu!! Cu-cu!!
Danalí, instintivamente, ha levantado su tablilla con gesto valiente y amenazador, pero todos los pelos de punta. Ulises comienza a tomar notas en su libreta de viaje o "cuaderno de campo" (como la llama él).
-¿Y entonces qué hacemos? -pregunta Danalí.
Ojos Brillantes consulta su reloj de arena y responde, sin inmutarse:
-Nada. Pongamos a punto nuestros relojes. No es más que un Cuco Horario.
-Un magnífico ejemplar -concluye Ulises, y sacándose del bolsillo una moneda la lanza al aire por su espalda.
-¡Y eso! ¿Por qué tiras una moneda? -le pregunta intrigado Bilbo.
-Dicen que dá buena suerte.
El joven Bilbo, le pasa el fardo a Danalí, rebusca en sus bolsillos y por fín encuentra una bellota, y la lanza al aire por su espalda. Luego, quitándole el fardo a Danalí, echa de nuevo a andar tras Ulises que, como el mítico navegante, encabeza la comitiva silbando una habanera.
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Pues lo dicho: si ya has puesto en hora tu reloj mágico, y no tienes miedo de los salvajes peligrosos y de color indefinido que pueden aparecer cuando menos te los esperas -e incluso cuando más lo esperabas-, no te pierdas el próximo capítulo deeee La vida secreta de las grandes plantas )
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