Capítulo dieciséis
El capitán del ''Espanto''
El Bosque Encantado aparecía y desaparecía en la niebla.
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Bilbo no tenía muy claro si estaba dormido o despierto, si soñaba o veía visiones, pero como buen descendiente de los más antiguos hobbits, todo eso le daba igual.
-Lo importante es saber qué es lo que tienes que hacer y hacerlo.
La voz había salido de alguna parte a su espalda. Bilbo se volvió pero no vió a nadie conocido. Ni desconocido. Había un árbol viejo. Viejísimo. Cubierto por musgo, liquen y unas largas barbas verdioscuras, casi negras y con algunos hilos grises o plateados más brillantes.
-¿Tú me has hablado? -preguntó Bilbo.
El viejo árbol no contestó... Parecía un dinosaurio verde con ocho patas, dos alas (un poco raras), un cuerno (o un sombrero), y un rabo corto que se movía como un péndulo. Bilbo se lo dijo:
-Se te mueve el rabo.
-No es el rabo, es la cimitarra de mi abuelo Barbachunga. Y la estoy moviendo yo porque se me está acabando la paciencia.
-Pues pídele a Ojos Brillantes, que tiene mucha. Pero no sé si la vas a encontrar porque igual está con los Perseguidores Espantadizos.
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Esta vez, el viejo árbol no contestó. Pero Bilbo se fijó en que la cola que no era cola se movía cada vez más deprisa. Por si las moscas, el joven hobbit dio media vuelta y echó a andar diciendo adios con la mano.
-¡¡Detente mameluco!!
Para su gran sorpresa, Bilbo vio que el viejo árbol con una cola que no era cola ahora estaba justo delante de él (y no detrás como él suponía). Y cada vez se parecía más a un pirata gigantesco, con los ojos verdes como esmeraldas de un tesoro, un cinturón cruzado sobre el pecho (aunque también podía ser una liana de hiedra vieja), y un tricornio lleno de plumas azules y rojas (que seguro que no era un sombrero pero lo parecía). Bilbo, se quedó inmóvil, como si estuviera jugando a undostresalesconditeingles.
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-Te advierto que si mi paciencia se agota te cortaré por la mitad y luego te picaré como si fueras una cebolla ...Jajajajajajajajaja
Bilbo permaneció muy quieto y empezó a considerar la posibilidad de salir de aquel sueño o encantamiento o alucinación, sin que se notara mucho... El enorme pirata vegetal acercó algo parecido a una nariz con granos y verrugas a la proporcionalmente diminuta nariz de Bilbo y con un apestoso aliento a dientes de ajo, dijo:
-Me llaman Barbamarga, y soy el Capitán del ''Espanto''... Y si no fuera porque soy un espectro y me duelen todos los huesos del reuma por culpa de la humedad de este maldito Bosque Encantado, te colgaría por los pies del palo mayor para que fueras pasto de las gaviotas, enano malandrín!
-Ayayaiii...
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No se pierdan el próximo capítulo deeee La vida secreta de las grandes plantas !!!
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